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Piénselo, antes de que los mamíferos fuéramos más que un proyecto había bacterias, después de que desaparezcamos existirán bacterias, viven donde ningún otro organismo puede hacerlo, sin aire, a temperaturas extremas, sin luz, en las piedras, en entornos altamente corrosivos.
Las tenemos con nosotros, forman parte de nuestro cuerpo o al revés. Hay quien piensa que la célula no es más que el fruto de una simbiosis bacterial. Esto se lo leí por primera vez a Lynn Margulis, de la que otro día os contaré, tiene teorías biológicas que soprenden y una vida realmente interesante.
Así que, no sé si tenemos que agradecerles a las bacterias ser sus aviones nodrizas.
En la foto, una bacteria de las que producen el yogurt. (Fuente the dayly-poll.com)