Observen con qué se pretendía curar el asma en aquella época, (picar para ver).
Digo yo que los cigarros indios esos debían tener algún tipo de aliño ¿no?
Si buceáis por internet podréis ver porqué los usuarios de esos puros se ponían tan contentos.
Comer es un acto cotidiano y necesario en nuestras vidas. En los años 70, donde más de uno era un niño, sentarse a comer era sentarse a comer. Poner el mantel de cuadros o el de flores grandes hacía presagiar que lo que iba a suceder allí era algo fantástico. La barriga se iba a llenar de los mejores manjares que una madre podía hacer.
En los platos Duralex cabía gran cantidad de comida. Los platos hondos eran maravillosos, su profundidad no ha sido igualada por ningún plato aún. Cabían millones de fideos que uno miraba perplejo antes de comerlos todos, se podía con ese plato porque se estaba en la edad de crecer y se venía de jugar al elástico o al escondite con las pilas descargadas de tanto correr.
Es por eso y por tantos recuerdos que esta que les habla decide buscar una vajilla igual. Una que haga recordar momentos tan bonitos: cuando uno es un niño. No hay mucha información de dónde encontrar una vajilla completa, se ven muchos anuncios por la red que ponen en venta un juego de tazas o tres platos pero es muy raro encontrar un lugar donde se venda una caja completa. Sin embargo, no es algo imposible. Se puede encontrar una por el módico precio de 45 euros y con 44 piezas.
En España podemos conseguirla en:
Aquí tenéis todo lo que Duralex nos ofrece en su catálogo, Gran variedad de productos con la mejor calidad se juntan en él.
Sentada en mi mesa los cinco sentidos se despertaron cuando tuve la vajilla en las manos.
En la hemeroteca del ABC de Sevilla hay algunos anuncios de Duralex, uno de ellos de junio de 1965 y otro de marzo de 1968. La publicidad era primordial para lograr que se compre un producto en vez de otro y la que usaba Duralex era efectiva. Daba la información necesaria y precisa de lo que comprarla significaba. Aunque el mejor anuncio que podría hacerse era el de ver en casa de alguien una vajilla casi indestructible, a prueba de niños. Manejable. Nada pesada. Fácil de limpiar y de guardar.
Ahora que las redes sociales están en nuestras vidas de manera generalizada es ahí donde se comprueba los temas que atraen a unos internautas con otros. Y Duralex no iba a ser menos. El mero hecho de no encontrar la vajilla que usaban nuestras madres es motivo de crear un grupo de Facebook. O se crea un grupo para recabar información de Duralex y compartirlo con los demás.
Todo lo que nos evoca esta palabra es un cúmulo de sentimientos que pueden ir desde la nostalgia hasta la felicidad, todo ello pasando por la sorpresa.