Este curso ha sido un muy buen curso para mí. Me siento satisfecho con el trabajo que como grupo hemos hecho en nuestro instituto. Pero no nos conformamos, queremos mucho más. Trabajamos en un entorno muy complejo, con familias llenas de problemas, sin embargo, nuestro esfuerzo es por ellos, por nuestros alumnos.
Hace unos días fue la graduación de los mayores y pude ver la cara de mis compañeros rebosante de felicidad, viendo como chavales que hace unos años les daban dolores de cabeza y muchos sinsabores, hoy nos hacían sentir orgullosos.
Por el camino han quedado algunos y desde luego lucharemos para que nadie quede, pero los momentos del otro día no se me van a olvidar nunca, las bromas, las complicidades y el cariño mutuo. Porque nuestros alumnos no tienen la culpa de haber nacido en un barrio marginal y en una sociedad que les ignora. Ese círculo vicioso debe romperse y cada año lo abrimos más y más.
Por eso digo que la educación marca, pero sobre todo a los que educamos.