En aquellos tiempos, como en los que ahora corren, nadie quería ser usado y tirado. Lo malo es que en aquella época era muy difícil cantar qué cosas y a ciertas personas: el macho ibérico. Yo tenía cuatro años cuando cantaba esta canción y más mayorcita la escuchaba con cierto orgullo. Sabía que esa señora, que raramente no vestía de negro, iba a cantarle ( con dulzura cínica) las cuarenta a todo ¿hombre? que no fuera legal...
YO NO SOY ESA...Dedicada a tod@s los que le falten un milímetro para decir basta.