miércoles
El cachondeo de las compañías telefónicas
Podría escribir mucho sobre el tema igual que todos vosotros, pero me centraré sólo en los últimos avatares. Resulta que mi compañía actual es ¡Oh No! o sea ONO y me proponen ampliar sus servicios a la televisión que hasta entonces no la tenía. Bien, acuerdo un precio con su comercial y me dan de alta (bastante bien, el precio). Pero cuando me llega la factura descubro que sobre lo acordado me están cobrando 3,50 euros más. Llamo, pongo una reclamación y a los pocos día me contestan que fue ¡un error del comercial!. Entonces pronuncio las palabras mágicas: con el departamento de bajas. Allí, una señorita muy amable no sólo me ofrece el precio anterior, sino que me lo rebaja tres euros. Yo me quedo con cara de tonto y pienso, no sólo es que me respetan el precio conseguido anteriormente, sino que me lo rebajan tres euros, indefinidamente.
Varias conclusiones: la primera es que si no te fijas mucho, te engañan y tú no te enteras. La segunda, que si protestas puedes conseguir casi lo que quieras (supongo que esto es fruto de la crisis) y la tercera, es que este mundo es como una ciudad sin ley donde cada uno hace lo que le da la gana, cobran a cada cliente de una manera distinta y a un precio diferente.
Moraleja: dentro de unos meses volveré a pronunciar las palabras mágicas y conseguiré partidos gratis, más canales o incluso que me inviten a cenar en un buen restaurante. Como dice Forges ¡País!.
Foto Karramarro. (Flickr)
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