domingo
La caja tonta
Sigamos con los tópicos. La tele es una caja tonta, pero todos la vemos. Si hacemos un cálculo sencillo, resulta que nos pasamos más horas en la vida de media viendo la televisión que en la escuela, por ejemplo. Dedicamos mucho tiempo a mirar el cuadradito mágico. ¿Por qué entonces es tan vilipendiada? ¿Por qué queda bien decir "yo no veo la tele"?
Los sesudos estudiosos indican que ver la TV nos hace menos inteligentes. La culpan de los malos resultados académicos de los estudiantes, de la violencia, de las enfermedades cardiovasculares. Se asume que los que nos sentamos con el mando no somos capaces de ver críticamente algo, de pensar sobre lo que se dice en un programa. Parece como si los televidentes fuéramos masas amorfas que tragamos lo que se emite sin más ni más, y uno se pregunta (parafraseando a Shakespeare) ¿es que acaso no nos emocionamos con una buena serie o nos reímos con una telecomedia, es que no sufrimos cuando en las noticias nos muestran las injusticias diarias?
No, la televisión no es una caja tonta, es un grandísimo invento que en absoluto ha acabado con las conversaciones familiares, todo lo contrario las provoca. Yo, que he crecido con ella, que soy hijo catódico de sus ondas, afirmo que despreciarla con ese injustificado tópico es cruel. Además, siempre podemos apagarla cuando no nos guste y escribir en un blog.
La foto es de Pablo Tenorio.
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