Leyendo el otro día una noticia sobre la reducción de víctimas de accidentes de tráfico, me sorprendió que un responsable de la DGT dijera que el gran problema son los cuatro millones de españoles que bebemos antes de ponernos al volante. Está claro que eso no es un problema irresoluble, hace ya bastante que existen alternativas. Por ejemplo, los fabricantes ya ofrecen coches que disponen de dispositivos detectores de alcohol y que sólo permiten arrancar el vehículo si el conductor no ha bebido.Se puede argumentar que el coste de tal medida es muy alto, pero ¿más que las miles de muertes y lesionados que ocasiona el alcohol en la carretera? Pero además, igual que existe el reconocimiento de huellas dactilares para poder acceder a bases de datos, edificios etc ¿no podría incluirse una cosa así en el coche para que sólo se pudiera conducir si el conductor cumpliera con todos los requisitos? Imaginen que este reconocedor de huellas podría estar conectado a la red como lo están muchos navegadores, y así desde la base de datos de la DGT, impedir que determinados ciudadanos pudieran conducir,como por ejemplo, los que no tuvieran carnet o retirado, los que conducen sin seguro...
Claro que se podría dar fraude, pero si la tecnología lo permite, hay que impedir que conduzcan los que no deben. Aquí tienen la prueba de que lo que les digo es cierto.