No es la primera vez que voy (es la segunda) y las dos veces he tenido la misma sensación, es una ciudad acogedora, bonita y cosmopolita, poco conocida.
Tuve noticias de ella leyendo "El invierno en Lisboa" de Muñoz Molina, sentí más curiosidad con "Sostiene Pereira" de Tabucchi y esta quedó satisfecha paseando por sus calles.
La primera sensación que tiene un españolito en Portugal es que hemos vivido de espaldas a nuestros vecinos demasiado tiempo, y la verdad, los que salimos perdiendo somos nosotros. Tenemos más cosas en común de las que creemos y las que nos separan son deliciosas para estimular la curiosidad y el descubrimiento.
Nos han vendido durante demasiado tiempo el que Portugal es un apéndice de España, ellos por su parte creen que nosotros somos los nuevos ricos que vamos a pasear nuestra riqueza cuando vamos de turismo. Algo habremos hecho para tener esa fama.
Lisboa es una ciudad con historia y eso se nota. Tiene el encanto de la bella que no sabe de su hermosura. (Continuará)