Llevo muchos años pensando lo mismo. La repetición de curso no es una medida que dé buenos resultados excepto en determinadas situaciones. Las administraciones lo saben, las estadísticas son tercas y demuestran con datos que un alumno que no promocione en primaria tiene poquísimas posibilidades de sacarse el título de secundaria. No es lo único negativo. Hasta el momento, no he encontrado ningún niño que no haya sufrido esta medida como algo traumático y pernicioso para su autoestima. ¿Es la repetición una medida para obtener mejores resultados y educar más eficazmente o es sólo un castigo? A tenor de los resultados tiene más de punitivo que otra cosa. Quizás es que se piensa que se recompensa al alumno que no se ha esforzado dejándole pasar al siguiente curso. No hablo de la titulación que certifica unos conocimientos y la adquisición de unas determinadas competencias. ¿Qué más da en qué curso esté escolarizado el estudiante si a fin de cuentas el resultado va a seguir siendo negativo?
Mi postura es que si un alumno debe quedarse algún curso más en el centro sea al final de la etapa y en una modalidad diferente para probabilizar un mejor aprovechamiento. Que no sea repetir por repetir.
Si nada de esto os ha convencido os daré un último dato. En un Instituto como el mío con cerca de 900 alumnos, y tomando como tasa de repetición un 20% a una media de 6000 euros por alumno y curso. ¿Cuánto cuesta al año? Sí, más de un millón de euros al año. Multipliquen por los Institutos que hay en mi localidad, en Andalucía, en España.
Sorprendente ¿verdad? Es dinero casi tirado a la basura. Ustedes dirán.