lunes
Bolsos (Primera parte)
No sé, no sé qué haríamos sin llevar un bolso. Algo tendríamos que dejar en la casa, de eso estoy completamente segura.
Si llevas un bolso pequeño casi no te cabe nada. Lo malo de llevar un bolso grande es que puedes llevarlo todo...Y cuando quieres coger algo del mismo, tus manos chocan con todo el contenido menos con lo que deseas "atrapar". Ya todo se convierte en una verdadera odisea. Me he visto en la situación de estar en la puerta de la casa. Mi bolso XL abierto. Bolso que pesa un montón. Intentando encontrar las llaves de la casa. La luz del descansillo que se apaga. Tú que vas y la vuelves a encender. Llevas una bolsa con la barra del pan que no quieres que se roce con el suelo. Las malditas llaves que suenan y suenan con el "meneo" pero que no aparecen. He soñado con hacerme unos guantes imantados. Lo malo es que no sólo las llaves me iban a aparecer...La luz del descansillo sigue haciendo la "ruta del bacalao" porque yo sigo ahí sin encontrar las llaves. El vecino de al lado que sale de su casa y sonríe con mala uva. Claro, quillo, que tú te metes las llaves en el bolsillo del pantalón y ya está. Pero yo llevo en el bolso: las llaves, pañuelos, el móvil, barra de labios, espejo, la cartera, papeles de propaganda que me han dado en la calle y me da corte tirar delante del señor que me los da, lazos del pelo de mi hija que se va quitando según el día, algún minijuguete que mis hijos se llevan a la calle, caramelos, chicles...En fin, que esto habrá que arreglarlo algún día. Y es que de los bolsos seguiré hablando...Que da para mucho más que un post.
Foto del Flickr. Autor: Las Ticas.
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