sábado
El poder de un botón
Hablaba hace poco de mi televisor alemán. Por supuesto no tenía mando a distancia. Total. Para dos canales que habían...además, antes se ponía lo que decía papá.
Ahora tenemos mando a distancia. Para la tele, para la TDT, para el vídeo, para el DVD, para el equipo de música, para el aire acondicionado...BASTA.
Un día me voy a equivocar y en vez de encender la tele voy a hacer que la nevera abra las puertas. O en vez de darle al aire acondicionado voy a conseguir que la persiana que no me cerraba bien, lo haga.
Delante del televisor tengo una pequeña mesa. Ahí se me acumulan los mandos. Ya no me acuerdo cual consigue encender la tele y cual consigue que los niños se vayan a dormir a su hora.
Lo que sí sé es que estoy harta de tanto mando. Total...después no consigo tener el de la tele más de cinco minutos. Porca miseria.
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