martes

300 dramas

Hace unos días, en mi ciudad, el Ayuntamiento ha hecho pública una lista con trescientas personas que se quedan sin trabajo en breve. Ya sé que desgraciadamente esto no es algo aislado, sin ir más lejos, en Andalucía se calcula que unos cinco mil profesores interinos dejarán de trabajar este curso. Pero hay una cuestión en todo esto que me sorprende e irrita. ¿Cómo es posible que hayan conseguido nuestros responsables políticos que la ciudadanía vea culpables en los que sólo son víctimas? ¿Cómo es posible que haya gente contenta de que conciudadanos que trabajan en una institución que está para servirnos se queden sin empleo? Se discute que si son unos enchufados, que si no hacen su trabajo en condiciones y tópicos parecidos, cuando la realidad es que no se puede generalizar y menos si de juzgar a otros se trata. Por supuesto que algunos habrán entrado a trabajar usando influencias  En todo caso, la responsabilidad no sería de ellos sino de quienes les han contratado de esa forma. Y si alguno no cumplía bien con sus funciones ¿sus responsables no tenían ninguna culpa de ello?
Pues ya ven, en nuestra ciudad volcamos nuestras iras contra los que no tienen la culpa y los auténticos causantes miran para otro lado por si pueden conseguir que la marea no les inunde.
¿Cuándo vamos a darnos cuenta de que el mal ajeno no beneficia a nadie? ¿Cuándo vamos a entender que no vamos a salir de este pozo sin el trabajo de todos y el apoyo mutuo? ¿Por qué no vemos la tragedia que se cierne sobre trescientas familias que aumentarán la ya ingente marginalidad de nuestra ciudad?
Por favor, vamos a dejar de tirarnos piedras los unos a los otros y luchemos juntos como sabemos, trabajando más y mejor y siendo sensibles con las injusticias que se dan a nuestro lado. Lo que nos ha hecho progresar y crecer siempre ha sido la unión en la adversidad, nunca los resentimientos y envidias.
Mi apoyo y cariño a todos los que a partir de ahora tendrán que empezar de nuevo, os necesitamos, no os rindáis.