Un día deberíamos permitirnos la licencia de hacer lo que realmente nos apetece. Como si estuviéramos viviendo nuestro último día. Donde las distancias se midieran por segundos y el dinero no tuviera cabida. Donde la gente que nos falta no se hubiera ido y los olores de la infancia volvieran a asustar agradablemente nuestra pituitaria.
Yo quiero pedir el mío.
Se admiten peticiones de días como el de mañana.
1 comentario:
Sueños :)
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