Me siento últimamente como una bola que va rodando y rodando. Choco con una esquina y un gran zambombazo me zarandea dejandome descuadrada. Sigo rodando, el efecto es el mismo. Con miedo cierro los ojos porque sé que algo que está ahí chocará conmigo y los impactos son más y más duros. Al principio era una bola fuerte, deseosa de rodar y rodar. Luego, como todo, lo que es ilusión se va convirtiendo en perversión.
Sólo espero que no me parta. Una bola rota no sirve para nada.
8 comentarios:
Ome, si eres una bola de cristal...Me pués decí los numerito pa mañana de la primitiva...;)
Mucho Ánimo, que la vida es de los que luchan.Pos no tié que se fuerte el meco pa que te rompas...
:)
Muy bien descrito. Pero no creo que cada vez sean más duros los impactos, Yo creo que a veces estamos más sensibles y nos molesta mucho que nos zarandeen ya que tan sólo queremos estar tranquilitos... Ya verás como dentro de poco te vuelves a acerar otra vez. ¡Ánimo chula!.
En realidad es más correcto cambiar la metafora de la bola de acero por la bola de esponja. La de acero refleja el impacto al 100 por 100, La de esponja la absorbe sin repetirlo. O sea, que le resbalan los malos rollos. Por no decir que absorbe también una cerveza. Por lo tanto cambio la coletilla final de mi comentario anterior:
Ya verás como dentro de poco te vuelves a esponjar otra vez. ¡Ánimo chula! ¿una birra, vida?.
Otia, qué cagada, no vi la categoría de la entrada... era un relato...
jajajaja
Bueno, ¿una birrita, cielo?
La pago yo :p
Porque no es un relato...es la vida misma.
Tengo en mi casa cuatro bolas de cristal , me encanta jj y leo el futuro je je je... huy leyendo la mano negra ¿has visto la peli?
El libro terminaré leyéndolo,lo tengo en casa.La peli la ha puesto Satie en el insti para sus alumnos.
Préstame una bola cristal,ompare.
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