Y no es malo. Ni bueno. Las cosas cambian porque evolucionamos, porque cada instante se relaciona con nuestro comportamiento en un sentido y no en otro. Porque tomamos decisiones que nos hacen elegir y ello hace que el universo se divida entre la alternativa que elegimos y la que no. Cada vez que decidimos comienza un camino que se inicia en la opción no elegida y no sabemos donde termina. A veces me gusta pensar que hay infinitos universos paralelos habitados por distintos Saties, Agatas, o cualesquiera de nosotros que se van moviendo por los caminos que abrieron alternativas no elegidas. ¿Se imaginan qué sería si uno no hubiera elegido compartir su vida con alguien?¿Si uno no hubiera elegido decir que sí a aquello que le cambió para siempre? ¿Y si no hubiéramos decidido dedicar una parte de nuestro tiempo a esa persona a la que ayudamos a hacer algo?
Es curioso lo aleatorio de todo.
4 comentarios:
Y tanto. Yo tuve que decidir si entre un trabajo u otro el mismo día. Y elegí el que tengo ¿me equivoqué? nunca lo sabré.
Igual que mi vida tampoco sería la misma si un día no hubiera abierto el correo electrónico :)
Tú sabes que yo soy muy curiosa ¿nou? Me imagino que un virus no tenías...
Yo soy una mochila cargada de malas decisiones. Pero no me arrepiento de ninguna, oiga.
muaaa
Amiga Veronika, es imposible que usted tenga la mochila cargada de malas decisiones, más bien de buenas acciones.
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