Está bien eso de que como el Mundo está hecho una mierda seamos capaces de crearnos uno a nuestra imagen y semejanza. No es bueno eso de escuchar tantas historias deprimentes. Tantos cantos de cuervos que nos van a sacar los ojos y hacerse un bolso tipo Vuitton con nuestras tripas. No queremos que nuestros oídos capten el más mínimo de los lamentos para que sean transformados en nuestro cerebro en imágenes dantescas.
Tenemos que ser más positivos. Tenemos que crearnos algo que nos haga levantarnos cada día mucho más preciosas que ayer. Queremos una heroína de cuento de hadas muy rubia, muy guapa, muy treintadolescente, muy sutil en la provocación y muy provocadoramente infantil para la edad que tiene.
Por eso Patricia Conde tiene una razón para que yo exista. Ha creado un blog que se llama EL MUNDO DE PATRICIA donde no para de darme envidia a diestro y siniestro. Tiene los encuadres fotográficos de su día a día más perfectos que yo haya podido ni imaginar. Sus galletitas de Hello Kitty son un primor. Me gustaría ser una de las muchas que le dicen en sus comentarios todo lo que ella quiere escuchar...
Yo, de mayor, quiero ser una pava perfectamente dibujada en un blog. Que tenga una cara angelical dentro de una cabecita profundamente hueca. Quiero que me hagan todas las fotos haciendo morritos. Yo quiero ser PATRICIA CONDE.
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