viernes

Bohemian Rhapsody

Siempre me gustó este grupo y sus canciones. Freddie fue para mí un músico espectacular que no me hubiera importado tenerlo de amigo.
Últimamente, una vez al día, escucho este tema tan espectacular como bueno. Son seis minutos de puro arte. No voy a hablaros de términos musicales porque aún me queda un recorrido enorme para tener una leve idea. Si queréis saber algo sobre este tema en dichos términos serán otros quien os lo explique.
Los primeros tres minutos son una lenta declaración de un problema oculto que tiene el protagonista. Es un baile lento pero con un drama detrás. Del minuto tres al cuatro hay un espectacular juego de voces, un coro que asemeja un juicio eterno y que no es para nada justo con el alma del cantante. A partir del minuto cuatro hay una exaltación de todo lo malo que un hombre puede llevar dentro de su cuerpo. Una jauría de sentimientos locos que salen por los poros de su piel. Ese terror dura un minuto y luego, se produce una calma...un estado de sumisión donde parece como si el alma del músico saliera en cada nota musical que se escucha.
Fueron muchas las versiones para dar explicación a la trama de la canción. Pero la que se escuchó con más fuerza es que fue la declaración de la homosexualidad de Freddie que en aquellos tiempos vivió siete años con Mary Austin como pareja.
Escuchen...por favor esta canción de manera diferente. Como lo he conseguido yo. Y verán que no les miento: es una obra de arte. Os la dejo con la letra.






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