Leyendo el magnífico libro de Juan Eslava Galán "La historia de España contada para escépticos" , aparte de disfrutar como un chiquillo, me he dado cuenta de las múltiples manipulaciones y lagunas que en mi formación he tenido que sufrir por culpa de los planes de estudios de la tan hoy injustamente enaltecida Ley General de Educación y su "maravillosa" EGB. Pues bien, uno de los sucesos que han llamado mi atención es el hecho de que Sevilla sufrió incursiones vikingas allá por los primeros tiempos de la dominación musulmana. Parece que los muy valientes escandinavos, acostumbraban a invadir buena parte de Europa, saqueando todo lo que encontraban a su paso y claro, llegaron hasta tan al sur como el Guadalquivir. Lo más curioso de todo, es que según Eslava Galán, se establecieron una buena época en Isla Menor dedicándose al pastoreo y a la producción de quesos.
Ya sabía lo de la mezcla de culturas y lo de la convivencia entre musulmanes, cristianos y judíos en Andalucía, pero sumarle a esta amalgama de culturas, la vikinga, es un cóctel que no me negarán que tiene su encanto.
Seguramente, como dice Ágata, esa debe ser la razón de que nos encontramos tantas rubias en Sevilla. Yo no estoy tan seguro y creo que tiene más que ver con el tinte de pelo que otra cosa, pero bueno, la idea al menos es sugerente.
1 comentario:
Hay un refrán que no te voy a contar jj
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