miércoles

Maleta de cuero verde

Cogió su coche y con la única compañía de una maleta de cuero verde se dispuso a volar sola. Se había propuesto cambiar de aires. Y lo hizo.
Rumbo hacia un desconocido lugar  recordaba lo que le dijeron una vez: "Bailaré sobre tu tumba". No quiso pensar más en eso y se declaró feliz por el resto de la tarde.
Cuando llegó al hotel una larga cola de eficientes trabajadores del mismo la esperaban en la entrada. Se sintió relajada.
Pero sólo hasta que abrió la puerta para dar la propina a cambio de su maleta de cuero verde. El precio fue demasiado alto. Todavía retumban sus gritos de horror.

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