miércoles

Yo, sí acuso


Resulta que ahora que se han hecho públicos los casos de dos menores agredidas sexualmente por otros menores, llegan los políticos y los medios rasgándose las vestiduras y haciendo llamamientos a la reflexión colectiva. Se piden penas y castigos para los menores de catorce años, pero no oigo a nadie exigiendo responsabilidades a las familias de estos niños.
Todos sabemos que educar es dificil, supone esfuerzos y sacrificios. Si una familia desiste y mira a otro lado cuando su hijo agrede a un compañero en la guardería. Si cuando llega a casa hace lo que le da la gana y nadie le pone límites. Si los profesores les piden colaboración y las familias justifican los comportamientos de los alumnos e incluso atacan a los docentes delante de sus hijos.
Si la educación no es un valor para las familias, si hagan lo que hagan no hay consecuencias en casa. Al final, la sociedad se ve obligada a suplir lo que los padres no han querido hacer, y muchas veces, ya es tarde. Por eso, yo sí acuso, yo sí digo que no todos tenemos que pagar por lo que algunas familias no quieren hacer.
Si la sociedad ha establecido sistemas para sancionar a los que conducen bebidos, si se sube el precio del tabaco argumentando que los fumadores son una carga grande para la sociedad, ¿por qué no hacemos lo mismo con las familias que pasan de que sus hijos estudien, o pasan de que sus hijos sean una amenaza para sus compañeros, o les importa un comino que gamberreen por las calles?
Nos jugamos mucho.
La foto es de Kutxio.