sábado

Mi querida Claudia



Todos tenemos iconos juveniles a los que veneramos, quizás porque rememoran viejos tiempos, puede que mejores. Claudia es uno de los míos. En los noventa, su imagen omnipresente, representaba la feminidad, la pureza. Quizás por ese físico y cara aniñada, quizás porque vendía ingenuidad no exenta de sensualidad.
Aún recuerdo cuando Interviú nos regaló a sus muchos admiradores unas fotos en las que enseñaba sus senos. Se agotó varias veces la tirada.
Hoy Claudia, sigue siendo un icono, de mujer madura no reñida con la belleza. Su cuerpo muestra el paso del tiempo con dignidad y demuestra que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. Ha perdido algo de pudor por el camino y deja ver más piel de su cuerpo que cuando era más joven, pero conserva su atractivo.
Gracias Claudia, no nos abandones.