miércoles

El mejor cronista de la España del siglo XXI: Quevedo



Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
  Salíme al campo: vi que el sol bebía          5
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
  Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,             10
mi báculo más corvo y menos fuerte.
  Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte