lunes

Vivir al este del Edén

Cuando pasan los años te vas dando cuenta de lo que se ha quedado por el camino.
Ahora las noticias no varían mucho de cuando eras pequeño. En aquellos tiempos tú jugabas mientras los mayores eran los que sufrían por tí. Tú tenías todo el tiempo del mundo para ser feliz mientras a ellos les iba faltando el tiempo y seguían sin conseguir ser felices al 100 por 100.
 La vida es así de puñetera y te pone delante, tarde o temprano, la realidad pura y dura. Te transforma de niño a adulto sin apenas darte cuenta. Te hace sufrir por el sufrimiento de los demás. Te hace preguntar si el momento que vives va a ser siempre así o cambiará para mejor. Te hace añorar cuando jugabas al escondite y si te empeñabas no te encontraban. Te hace suplicar que cuando te acuestes esta noche no tengas pesadillas como las anteriores. Y también te hace comprender que si quieres vivir tienes que saber hacerlo...aunque sea al este del Edén.