jueves

El hombre y la tierra



El sol acaricia mi cara. No puede haber más placer rodeada de vegetación. Arboles de todas clases. Ganas de tumbarse en la tierra. Esa que nos une al hombre con el sentimiento de libertad y de gozo. No puede haber más placer que sentir la naturaleza en todo sus sentidos. Oigo a los pájaros. Siento en mis manos la rugosidad de la tierra. Huelo las flores. Veo una maravilla y casi que paladeo la felicidad...Sí, las mulas que sí...
Estoy en el Jardín Escénico. Cerca de casa. He venido a relajarme con el Satie. He venido a disfrutar. Y, después de caminar por el mismo, nos sentamos en uno de los bancos. Y HORRORRRRR....No puede ser. Estamos a primeros de Abril...por favor. Y ya vemos el primer reportaje fotográfico de un niño vestido de comunión. Un niño que viene rodeado por una tanda de futuros gorrones de convite. Un niño vestido de marinerito. Un niño haciendo las poses fotográficas que su madre le indica. ¿Un niño?
Y es que, lo malo de ir a este maravilloso jardín es que te "topas" con reportajes de bodas y comuniones.
Me he llegado a encontrar a tres novias diferentes el mismo día con sus invitados correspondientes. Ganas de tirarles del velo.
El hombre y la tierra...esos grandes desconocidos.