lunes

¿Qué pasó?


Hace unos días me sucedió algo extraño. Sí es verdad que hay veces en las que no estoy tan alegre como siempre. O veces en las que estoy más cansada. El caso es que lo que me ocurrió me asustó. Pues nunca me había ocurrido.
Era por la mañana. Un día laboral donde yo trabajaba sólo por la tarde. Para no estar sola en casa me decidí a dar una vuelta. Llegué a un Centro Comercial. Entré para ver escaparates. Pero a medida que iban pasando los minutos una pena enorme me iba embriagando. Lo notaba en mis pasos. Lo notaba en mi cara. Lo notaba en mi cabeza...
No quería estar allí. Quería irme. No sabía dónde. Por un momento me decidí a ir al colegio de mis hijos y sacarlos de allí con la enorme necesidad de abrazarlos. De la misma manera loca pensé en hacer lo mismo en el trabajo de mi pareja. Necesitaba abrazarlo. Necesitaba calor humano. Como si no fuera a verlos nunca más. Como si al salir yo de allí algo me ocurriera, algo como trágico.
A duras penas conseguí salir del Centro Comercial. Pero lo hice llorando a mares. Allí estaba yo, toda una cuarentona con tonterías. No podía parar de llorar. La gente me miraba extrañada. Incluso un señor me preguntó si me encontraba bien.
Me monté en el coche. Y no podía arrancarlo, no en ese estado. Cuando miro al lado, al coche que está aparcado a mi derecha, veo que cuelga una cartulina del espejo retrovisor. Una cartulina hecha por un niño que dice:TE QUIERO PAPA. NO TE OLVIDO NUNCA.
Para qué la leí...
(La verdad es que últimamente parece que barrunto algo malo)