miércoles

Desconectar


Mientras esperaba a que mis hijos salieran de inglés me pasó algo que ahora cuento. Eran las ocho de la tarde. De noche. En la puerta de la academia me dispuse a esperarlos. Llevaba el ipod y escuchaba música. De pronto me puse a contemplar...Era como si yo no existiera. Los coches circulaban rápidos. Luces encendidas de los mismos, de las farolas, de las viviendas. Todo se movía o estaba quieto. Las personas caminaban cada una a un ritmo. Casi siempre desenfrenado. Gente que sale del trabajo y se quieren ir ya a casa. Novios que esperan a sus novias. O amantes que esperan que esa tarde su relación sea diferente a lo de los demás días. Gente que corre o que está parada esperando a los que corren.
No escuchaba nada del exterior. Mi ipod me dejaba incomunicada del resto del mundo. Escuchaba música, creo que Michael Bublé. Da igual. El caso es que en ese momento donde yo me sentía una mera espectadora sentí miedo. No por mí. Miedo a ser un pequeño engranaje de toda la vida, de todo el mundo. Miedo a sentirme vulnerable ante tantas cosas. Miedo a ser nada.
Por otro lado, me sentía fuerte. Yo era la que tenía el poder. El poder de educar a los dos niños que iban a salir en esos momentos de sus clases. Tenía el poder de hacer que fueran buenas personas. Da igual que sepan más o menos inglés. Da igual que sepan tocar un instrumento u otro o ninguno. Qué más da. Soy poderosa para los que quiero, pero sin que ellos se enteren. Yo, como persona soy una "mijita" en éste mundo tan grande y a la vez tan débil...
Foto del Flickr. Autor:Wake up, my love.