miércoles

Collares


De siempre me han gustado. Aún guardo en mi memoria un collar que usaba mi madre cuando yo era pequeñita. Era precioso. Muy largo. De piedras de color verde agua y perlitas blancas. Entre piedra y perla había un cilindro con pequeños brillantes. No eran perlas buenas ni brillantes verdaderos, pero a mí me chiflaba. Un día me lo prestó para disfrazarme de princesa mora. Fui la envidia de mis compañeras del cole. Con decir que hasta se me olvidó el baile que la monja nos enseñó para el "número musical" de fin de curso. No paraba de mirar y tocar el collar...
Ahora tengo collares propios. De muchos colores. De materiales diferentes. Largos, cortos, anchos, finos...No paro de fijarme en las mujeres que llevan collares. Cuando veo una serie "flipo" con algunos diseños que llevan. Y me gustaría poder diseñar collares. Al igual que me gustaría tener una mercería otro de mis sueños es tener una tienda o una habitación enorme llena de estanterías. Desde el suelo al techo. Con muchas cajitas. Cada una con millones de piedras. Todas las cajas conteniendo diferentes clases de piedras o abalorios. Explosión de colores y de formas. Todo el material posible para hacer las combinaciones más especiales. Combinaciones que diseñaría, de manera especial, para cada mujer.
Cuando estoy terminando el post me viene a la memoria un programa que veo en uno de estos canales de Ono. Y es uno que va de que te tiran la casa abajo y te la montan divinamente. En uno de los episodios salía la casa de una niña que estuvo enferma de cáncer. Fue un programa especial, porque ella quería que arreglaran el hospital de niños donde ella estuvo. Sin que su familia ni ella lo supieran le estaban haciendo lo mismo a su propia casa. Esta niña hacía collares y los vendía. El dinero que sacaba era para la investigación del cáncer. Pues los diseñadores le hicieron una habitación en su casa tooooooda llena de cajas de cuentas de colores y todo lo necesario para hacer pulseritas y collares. Así ella vendería muchas más. Yo haría lo mismo...si alguna vez me decido y alguien me los quiere comprar. JAJAJAJA.
Foto del Flickr. Autor: Antonio Martínez.