miércoles

Irene Jacob


La descubrí en "Rojo" de Kristof Kieslowski. Desde el principio su presencia resalta en la pantalla. Irene muestra las facciones clásicas de la belleza francesa. Cara y rasgos suaves y dulces, ojos grandes y expresivos, labios finos y tez blanca, delicada.
Tiene un cierto aire andrógino, lánguido a lo Greta Garbo. Es de ese tipo de actrices que su sola contemplación transmite tranquilidad. Esta parisina, amante de la música y de las lenguas, ha traspasado la barrera de los cuarenta y aunque ha hecho sus pinitos en Hollywood, no ha tenido mucha trascendencia internacional más allá de Europa.
Las películas que sigue rodando se estrenan casi en exclusiva en Francia y es una lástima porque seguro que mantiene el encanto y el misterio de las producciones que le hicieron famosa.
Ella e Isabelle Huppert, son las dos actrices más interesantes que ha dado el cine francés en décadas.
El trailer de Rojo