miércoles

Boardwalk Empire


Una del Scorsese para la tele y con Steve Buscemi como protagonista omnipresente. Desde luego la factura de los capítulos es de quitar el hipo, se ha reconstruido la Atlantic City de principios del siglo XX hasta en el detalle más nimio, como por ejemplo el luminoso de Gillette que acompaña a esta entrada. Pero además, no es sólo la estética lo que me gusta de esta miniserie, es el retrato de los personajes, especialmente el de los más atormentados, que lo son casi todos, porque la época no era precisamente fácil.
De vez en cuando olvidas que es Scorsese el que está al mando, porque algo que echaba de menos en sus últimas películas, en Boardwalk es una constante y es el análisis psicológico de los personajes. El porqué hacen lo que hacen y el qué les lleva a ese punto. Así, no sólo terminas disfrutando una entretenida y cuidada historia, sino que además tienes la sensación de que se ha radiografiado una época no tan lejana.