miércoles

Cocinar.


He de reconocer públicamente que no me gusta cocinar. Lo hago porque no tengo más remedio. Pero no, no me gusta hacerlo. Siempre que tengo que hacer el almuerzo me pongo nerviosa. No soy muy dada a variar el menú. Mi pareja es el que dice "hoy toca pescado" o "un guisito ¿no?".Y yo si alguien me dice lo que hay que hacer de comer, lo hago. Si toca lentejas, las hago. Pero eso de "improvisar" lo hago fatal. Además, como siempre tengo poco tiempo(por un motivo u otro) lo hago corriendo. Y cocinar hay que hacerlo relajadamente, sin prisas por tener que ir al colegio a recoger a los críos. Cuando me pongo, lo hago relativamente bien. Pero no me gusta. Admiro a esas personas que con varios ingredientes te sacan de un apuro. Lo peor que llevo son las cenas. Ays, que si complicado para mí es el almuerzo la cena lo es más. Porque no siempre se va a cenar bocatas, o tortillita con un poco de queso o jamón...No. A mí me gusta que me hagan la comida. Pagaría porque me guisaran todos los días. Debería haber un oficio de "cocina a domicilio"... Me acostumbré de pequeña con mi madre cocinando como un ángel. Y mi pareja guisa estupendamente, pero él trabaja. Así que los fines de semana me aprovecho de mi madre, mi suegra y mi marido. Qué bien. Mi madre y suegra son buenísimas, cuando hacen caldo, tomate frito, berza...me guardan y yo congelo para cuando me quede "en blanco". Qué haría yo sin fiambreras...Sin embargo, un día me da un "algo" y soy capaz de hacer un pisto delicioso, ensaladilla, puré de verduras y guiso de carne con patatas de una "peoná". Y encima me salen exquisitos...No soy mala cocinera, es que no me gusta cocinar.
Foto del flick. Autor es Ciacci*