domingo

Bach es Dios

Oyendo a mi hija tocar una de las suite para cello que este señor compuso hace casi 300 años, siento que el tiempo no ha pasado, que toda la fuerza inicial de su obra sigue estando en las manos de una adolescente que conecta con el sentimiento y la esencia de alguien tan lejos de la época que vivimos. Es así, que al final caigo en la cuenta de que la música, a estos niveles, es el lenguaje del alma y conecta con nuestros más íntimos anhelos.
Cómo consiguió componer tantas obras y para tan diversos instrumentos con esa aparente sencillez, pero trufadas de complejidad es algo que hace su figura aún más fascinante.
Como decía alguien, Bach hace a Dios importante.