viernes

Pánico


Es cierto que la palabra pánico se usa gratuitamente. Quizás no la empleamos en el contexto exacto. Lo que para unos es grave para otros es...distinto. Pero hay ocasiones en las que no te queda más remedio que usarla...
En mi vida he pasado por momentos extraños. Que sólo iban a durar segundos. Pero en milésimas de segundos tuve pánico.
Una de ellas fue al doblar la esquina de una calle. Iba sola. No había nadie. Justo al doblar la esquina me encuentro de frente con un hombre. Iba también solo. Con una mirada de loco. Caminaba a grandes zancadas. Y cuando me dí cuenta miré lo que llevaba en las manos.
Llevaba un bate de béisbol en la mano derecha. Y golpeaba con él la palma de su mano izquierda. Como calentándolo. Como aguantando un golpe que iba a recibir algo o, mucho peor, alguien...
Y durante milésimas de segundos pensé: "Madre mía. ¿Me llegó la hora de que un loco me de una paliza con un bate de béisbol?¿Quién podría evitar eso ahora?¿Qué hace que eso no pueda ocurrir ahora?".
No ocurrió nada. No lo miré y pasé al lado de él. Y estuve pidiendo en voz baja no recibir un golpe en la nuca.