miércoles

La inutilidad del sufrimiento. Más tonterías.


Esta mañana, comprando en un centro comercial observo a una familia llevándose, no uno ni dos, sino tres ejemplares del libro de la psicóloga María Jesús Álava, "La inutilidad del sufrimiento". En un primer momento, como psicólogo que ha ejercido muchos años en la clínica, siento que este tipo de libros no ayudan en mucho a prestigiar la profesión de los psicólogos. Abundan en los últimos años, libros de autoayuda que crean falsas expectativas en los lectores a través de títulos grandilocuentes y obviedades descritas con palabras de nuevo cuño, que como mucho, lo único que consiguen es distanciar aún más a las personas de sus problemas concretos. Ese mensaje buenrollista que nos obliga a ser felices, a despreciar el sufrimiento a creernos bichos raros si lo pasamos mal. Que ofrece recetas como si los tratamientos psicológicos fueran generalizables. En definitiva, que termina por cronificar lo que se resolvería de forma natural en la mayoría de los casos.
Si con libros como este el lector cree que podrá huir de sus pensamientos negativos, va listo. Si cree que las tragedias de cada uno se pueden evitar haciendo jueguecitos o verbalizando mantras como poco pensará que le han tangado el dinero. Ahora, si piensa que todo el mundo puede vivir sin sufrir menos él, si estima que el dolor no es algo natural, terminará enfrascado en una lucha desigual por evitar el dolor que le impedirá seguir con su vida normal.
Que ya lo decían nuestros abuelos, la vida no es un camino de rosas, sino de rosas y de espinas y debemos saber aceptar las primeras y las segundas.
Si quieren gastarse el dinero en libros como "la inutilidad del sufrimiento" u otros parecidos, de acuerdo, pero no esperen solucionar sus traumas con ellos, por muchos deuvedés que incluyan.