sábado

Descubrimiento infantil


Cuando era pequeña hice un descubrimiento muy raro.
Me gustaba asomarme a la ventana de mi casa. Veía pasar a la gente por la plazoleta. Unos iban. Otros venían. Jugaban los niños al escondite. Los más "populares" llevaban una bicicleta. Y me gustaba ver cómo se turnaban unos y otros para montar en ella.
La ventana de mi dormitorio daba también al aparcamiento de coches de mi barriada. Unas vistas nada fascinantes. Pero los domingos por la mañana veía algo en dicho aparcamiento que me desorientaba de manera brutal.
Veía a los hombres del barrio limpiar sus coches como si limpiaran a sus hijos. Su cubo. Su esponja. Su limpiacristales...No sé. Había algo que no cuadraba.
En las casas eran las mujeres las que ponían las mesas. Las que hacían la comida. Las que limpiaban la casa. Las que planchaban...
Ellos no.
¿Por qué sus coches eran tan importantes?
¿Más que ayudar a sus esposas o parejas?
¿Era más maravilloso y más útil tener limpio un vehículo que estaba expuesto a la lluvia, al polvo, a las cagadas de los pájaros, a los arañazos de algún vándalo?
No sé. Me dí cuenta en ese momento de que los mayores estaban algo locos.