lunes

Estoy aburrida, y salió este post.


Lo que hace el aburrimiento. Siempre me quejo del poco tiempo que tengo, una mañana de sábado que tengo para mí y no sé qué hacer. Siempre estamos igual, no estamos contentos con nada. En fin, que me he dedicado esta mañana al ordenador. No tengo prisa, almorzamos en casa de los suegros, faena hecha, cuartos pintados, niños entretenidos, pareja entretenida. El ordenador para mí sola. Y veo que estáis casi todos por ahí. Bueno. Me he fijado en pequeñas tonterías. Como por ejemplo los vasos. Sí, cuando compramos la caja de vasos, siempre o casi siempre vienen 18 vasos. Seis son largos, seis medianos y seis pequeños. Bueno, a ver si alguien puede decirme para qué sirven los pequeños...Tú nunca tomas un vaso de agua en uno pequeñito, parece como un chupito. Tampoco te echas una copa ahí. Principalmente porque no te cabe el hielo. Un café o un té ahí me parece un sacrilegio. Y dices, a lo mejor sirve para los niños pequeños. Pero no sé quién es el guapo o la guapa que le da un vaso de cristal, por muy pequeño que sea, a un niño...El caso es que por más vueltas que le doy, un vaso pequeño de la caja de vasos que tú compras o te regalan no sirve para nada. Que tú te quieres comprar vasos, vale, tú te haces la caja según las necesidades. Si vives solo, te compras menos. Que sois muchos de familia, te compras más. Que bebéis más agua, pues compráis más vasos medianos. Que tomáis más copas compráis más de los largos...Que no queréis vasos pequeños de cristal, pues NO compráis los vasos pequeños. Yo, que ya llevo muchos años viviendo en mi propia casa, he comprado varias cajas de esos vasos. Y descubro, a lo largo de dichos años, que tengo por lo menos 18 vasos de los pequeños. Porque, eso sí, son los que menos se rompen: los dichosos vasos que no sirven para nada.
Foto del flick, autor :aletapiero