domingo

Soñé que te soñé

Anoche soñé contigo.
Sin embargo tú no sabías que estaba mirando.
Ví cómo fuiste desagradable con tu secretaria, esa mujer maltratada por su marido que hace todo lo posible para que todo esté bien. Le dijiste que el informe estaba mal redactado y que era una inútil. Luego, sin pestañear, le chillaste para pedirle un café.
Vino el café transportado por la mano temblorosa de ella. Ella, que nunca se queja, que nunca protesta, que nunca se atreve a decir una palabra más alta que la otra. Ha aprendido a lo largo de su vida que intentar decir algo no sirve de nada. Lo supo cuando su madre murió a golpes a manos de su padre. Lo supo cuando su hermano cayó en coma cuando su padrasto le enseñó modales. No lo olvidó cuando su novio le advirtió de las nuevas normas a cumplir...
Una gota de café cayó en tu corbata y tu ira no se hizo esperar.
Anoche soñé contigo. Que tu secretaria estaba viva aún. Que tu café no se había derramado y que tu corbata sirvió para volverte de un color morado intenso.
Hoy soñaré de nuevo contigo...mi hermana, que era tu secretaria y yo, tenemos nuevas aventuras para tí. Como verás, yo tampoco estoy viva, morí el día que me tiré por un puente antes de que el puñetazo de una alimaña me matara.