martes

¿Ikea sueca?


Cuando estuve por Suecia, recuerden, una de las cosas que como buen españolito hice fue preguntar por Ikea. Ya ven , uno está con sus colegas suecos y lo único que se le ocurre es: ¿Y qué, Ikea la tendréis por aquí cerca, no? La respuesta fue un gesto de ceño fruncido y una cara de decir, este tío es imbécil. Yo, claro, me justifiqué diciendo, hombre como es sueca. La carcajada sonó hasta en lo profundo del Báltico. Anda ya, palurdillo, me contestaron, Ikea dejó de ser sueca hace mucho tiempo, tiene su sede funcional en Dinamarca y encima los dueños son un consorcio alemán. No queremos saber nada de esa empresa. Ya me sorprendía a mí no haber visto ni una tienda en todo mi viaje. ¿Y la Volvo? Otra carcajada, ¿pero de qué vas? esa es otra multinacional que de sueca tiene lo que tú de George Clooney. Vaya tela, mis mito suecos se fueron todos al garete.
Así, cada vez que uno se acerca a una de las tiendas y ve los colores de la bandera vikinga y observa los productos pseudosuecos de alimentación, piensa, claro es como creer que Zara es española que fabrica en Marruecos y emplea mano de obra de países con empleados de saldo. Puta globalización.
Eso sí, para quitarme la decepción me compré tres o cuatro muñecas de Pippi, esa sí que es sueca de verdad, ¿o no?