
Vale, ya sé que los incondicionales de la Cruzcampo no seguirán leyendo, pero esta entrada la voy a dedicar a valorar una cerveza hecha en ese país que ignoramos permanentemente los españoles, no al revés (afortunadamente), o sea, Portugal.
Es una cerveza muy clara y de sabor suave y delicado. El gusto es dulce y bastante menos amargo que otras. Entra muy bien si está bastante fría, presumo que en otras épocas del año que no sean verano mi opinión sobre ella será un poco distinta. Equiparable a la cerveza Alhambra que es la que yo encuentro más similar. Curiosamente, no aprecié mucha diferencia entre la tirada de barril y la de botella. Fácil de comprar en cualquier supermercado, es mi sugerencia para probar un "zumo de cebada" sin muchas pretensiones, pero bastante digno.