jueves

El pianista



Él tocó como tocan los dioses.
Ella se sintió con derecho a bailar.
Lo demás fue magia.

Una chuche antes de comer



Hay que empezar a soñar, que vamos tarde.

Un mundo cualquiera



En un mundo tan frío no había cabida para los sentimientos.
Nadie sabía lo que era eso pero estaban prohibidos. Desde muy pequeños aprendieron la lección de que sentir era lo peor que te podía pasar.

Pocos humanos se "descuidaron" y entre ellos estaba ella...
Aprendieron a esconder lo que sentían a base de caras gélidas y a controlar el tacto entre los demás. Ni siquiera se unían para procrear, era todo mediante inseminaciones.

Ella supo controlar sus pupilas, su carne de gallina, su llanto, sus sonrisas, todo  por su propio bien. Como era de esperar se acabó enamorando a escondidas del humano encargado de retransmitir las noticias por el ordenador. Sola, en su casa, se podía permitir mirarlo por la pantalla y dedicarle su maravillosa cara de enamorada.

Una vez, andando por la calle, rodeada de miles de humanos sin sentimientos, su mirada se cruzó con la de él. Le delató su maravillosa cara de enamorada.

Su "objeto de deseo" se encargó de decir por las noticias que una humana "con sentimientos" había sido eliminada por incontinencia emocional.
Larga vida a la frialdad.

(Foto Agata)