
Cuando era adolescente no me fijaba en los modelos masculinos. Más que nada...porque me fijaba más en los chicos que pasaban por mi lado.
Así que aprendí a hacerlo cuando ya esos chicos no eran dignos de que yo los mirara.
Llegado el momento...descubrí a muchos, entre ellos a Andres Velencoso. Un chico dulce. Un chico que lleva tatuado en su pecho el nombre de su madre fallecida. Un chico sensual. Moreno. Alto. Callado. Elegante. Guapo a rabiar.
Querido Andres, sigue así. Más que nada porque tú lo vales. Gracias, Andres...no nos abandones.