sábado

Orgullo


Hace años yo era orgullosa.
Ahora estoy orgullosa.
No es lo mismo ser que estar.
Y es que cuando miro a mis hijos y los "remiro"...un orgullo muy intenso empapa mi alma.
Sí. Parece pedante hablar de algo tuyo como lo mejor.
Pero estoy orgullosa de todo lo que hacen: del amor con que lo hacen, de las ganas, de lo poco que se "pavonean", de los sencillos que son. De lo lindos que son.
Cuando veo que ya no puedo peinar a mi hija sin tener que sentarla en una silla porque no "llego"...Cuando mi hijo me abraza y nos damos un chocazo porque tenemos la misma altura...siento que estamos en "otro ciclo".
Niños...papá y yo os queremos. Muchísimo.
Ojalá algún día ellos quieran "colaborar" en éste blog. Cuando sean mayores de edad, claro. Aportarían mucho, más de lo que yo pudiera hacer.