sábado

Cajeros automáticos(primera parte)


No sé si sólo me ocurre a mí o hay alguien por ahí que sienta lo mismo. Tengo miedo a los cajeros automáticos. No a que me hagan algo a mí, claro. Que hay que estar loca para pensar eso. Mi miedo es a que se queden con mi tarjeta. O a que yo pida 20 euros y no me dé nada o me dé la mitad. Cuando saco dinero del cajero suelo tener mis manías. Una de ellas es ir al cajero en el horario en que el banco esté abierto. Así, si se traga la tarjeta, no tengo más que entrar y un señor o señora con cara de apio me la devuelve. O si ese artefacto cuadrado me quiere estafar, entro y lo mismo. El "caradeapio" me sacará del apuro.
Pero a ver cómo hago yo un domingo por la tarde cuando me suceda algo así. A quién porras le pido que me devuelva la tarjeta que dicho aparato ha devorado. A quién me llevo de testigo para que vea que he tecleado que me diera 20 euros y me ha dado sólo 10. Porque, la verdad, de las máquinas no me fío mucho. No tienen corazón y por eso les importa un cuerno que yo me desespere allí mismo. ¿Qué haría? Me pondría a mirar a la cámara que hay para vigilar, lo haría con cara de gilipollas y con señas le explicaría que mi tarjeta ha sido devorada. Que la muy "tunanta"me ha "birlado"dinero. ¿Y si dicha cámara está compinchada con el cajero y van a medias? Ay, Agata, qué imaginación que tienes. Creo que sí que estoy loca. Pero por si acaso, sacaré dinero del cajero cuando el banco esté abierto. Que la vida está muy mala y ya no se puede fiar una de nadie ni de nada...
Foto del flickr. Autor: roberto.saralegui

Videntes y sus trucos

Hace algunos años, en mis clases de psicología hicimos un experimento. Les pedí a los alumnos que vieran un vídeo de una vidente local haciendo su trabajo. Contestaba a las llamadas de inocentes clientes que estaban aquejados de algún mal, salud, amores, dinero...
Casi todos los alumnos se quedaron impresionados por el buen hacer de la vidente que a priori, parecía adivinar muchas cosas. Los que llamaban quedaban igualmente impresionados y a buen seguro, repetirían en el futuro. Nuestra vidente en cuestión, goza de cierto prestigio por sus vaticinios y tiene bastantes llamadas.
Al día siguiente, dediqué la clase a explicar algunos de los trucos que usaba nuestra maga para adivinar y les di una hoja con un registro en el que debían anotar los ardides que advirtieran. Lógicamente, la reacción del alumnado fue de decepción, vieron como de adivinación, nada. Supongo que estaréis ávidos por conocer los trucos... os digo sólo un par de ellos. Si le preguntas por la salud, muchos dicen que te ven problemas (claro, si preguntas es porque es algo que te preocupa) de la cintura para arriba o para abajo, con lo que las probabilidades de acertar son del cincuenta por ciento. Otra cosa es que suelen soltar generalidades que les pasa a todo el mundo, por ejemplo, tú te preocupas mucho cuando tienes problemas ¿quién no?