martes

Salvados por la iglesia

Después de reír todo lo que pude y más con "Salvados por la campaña", Jordi Évole el "Follonero" de Buenafuente se atreve a subir otro escalón. Ahora su objetivo es la iglesia y promete ironía y sarcasmo retratando lo más casposo del estamento eclesial.
Sólo he visto el primer programa y la verdad que me divertí mucho. El ingenio del equipo de guionistas del programa sigue rayando a gran altura. Ver como las miserias humanas se dan cita en el gran teatro que envuelve a muchas de las costumbres cristianas es una vuelta de tuerca que venía haciendo falta en nuestros tabúes patrios. Si bien es verdad que esperaba un poco más de atrevimiento, a lo mejor en las próximas semanas sea así.
Por lo demás, nadie se puede sentir ofendido con lo que se emitió y algunos se lo toman con más gracia que otros, lo que indica que también dentro de la iglesia existe el sentido del humor.
Lo mejor, la preparación del viaje al Vaticano con una pareja de recién casados que iban a recibir la bendición papal.
Necesitamos programas como "Salvados por..." porque espero una edición dedicada a la monarquía, a la justicia, a la educación, sanidad... entonces sí que nos íbamos a reír.