martes

La tontería tiene un límite

Cuando tenía veinte años y estaba en la Universidad, jamás pensé que llegaría a leer y oir tamaña sarta de sandeces y chorradas provenientes de la clase política. Conste que he vivido escándalos muy difíciles de asimilar como los de Roldán, Filesa, Rumasa, Paesa, estafas como la de Banesto, Fórum filatélico etc.
Pero uno tiene la sensación de que lo que vivimos en estos tiempos no tiene parangón con nada. A saber, un señor acusa al presidente del gobierno de ser un mangante y ese señor se va tan tranquilo al día siguiente a esquiar. Mientras, el presidente duda de si le denunciará o no. El partido en el que trabajaba ¿o trabaja? este caballero, paga la imdemnización por despido en cómodos plazos y mientras, cotiza por él a la seguridad social.
Para no dejar el asunto de esta guisa y hacerlo aún más estrambótico, se mezclan explicaciones de altos responsables políticos que más bien parecen productos propios del consumo de sustancias ilegales.
Yo no sé cuánto más seremos capaces de asimilar, pero tal cúmulo de hedores y toxicidad junta no creí que fuéramos a padecer jamás.
Les dejo con algo bonito para calmar el espíritu.


miércoles

El mejor cronista de la España del siglo XXI: Quevedo



Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.
  Salíme al campo: vi que el sol bebía          5
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.
  Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,             10
mi báculo más corvo y menos fuerte.
  Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte
 
 

lunes

Take it all

Porque ya me harta tanta poca vergüenza. Todo lo que escucha una es que se llevan dinero, mucho dinero. Que se van a esquiar, mucho esquiar. Que te hago la peineta, demasiado para mí.
Nos merecemos más respeto. No he visto a nadie, ni lo veré, de la clase política que le diga al señor Bárcenas, que sea más educado. Encima que me robas te cachondeas de mí.
Pues llegado a este momento tiro la toalla. Tú ya lo quieres todo, mi dinero, mi silencio y mi dignidad. Tómalo todo. Take it all. Y nos veremos en el infierno.



miércoles

Esa loca bajita

Pronto tendré en mis brazos a un nuevo ser. Pronto volverán a mi mente tantos y tantos recuerdos. Tantos olores, tantos llantos, tantos mocos...Tengo ganas de ejercer de mayor responsable, como me ha pasado toda mi vida.
El caso es que en mi memoria y en mi retina quedaron grabados muchos momentos mágicos al ser madre. Quiero decirle a todos los que pronto van a ser padres que es una experiencia maravillosa y a la vez vertiginosa. Que no existen manuales de buen padre. La vida y el paso del tiempo harán que aprendas. Educar es difícil, te lo digo yo. Pero al final ves los resultados. Y no lo harás bien sin la ayuda de tu pareja.
Disfruta de cada momento y cada momento será recordado.
Tengo ganas ya de verte, preciosa mía.


jueves

No estamos tan lejos de Finlandia ¿o sí?

A propósito del programa que sobre la educación emitió Salvados el domingo pasado he estado reflexionando acerca de lo que el modelo educativo finlandés podría exportar al nuestro. En un principio, los finlandeses ponen un filtro muy grande para los que quieren dedicarse al magisterio de forma que sólo los que tienen muy buenos expedientes acceden a esa formación. En nuestro país, la selección es posterior, es decir, dejamos que se formen en las universidades un número amplio de alumnos y se restringe la posibilidad de trabajo en la enseñanza pública sólo a los que superen las durísimas oposiciones. En Finlandia, el acceso al puesto público depende de las direcciones de los centros. Visto así, prefiero nuestro sistema.
En el país lapón, los niños comen en los comedores gratuitamente. En España sólo los de menor poder adquisitivo. El material escolar es también gratuito, en España, depende de la comunidad autónoma.
Las horas que pasan en clase son más o menos las mismas que nuestros alumnos.
No conozco las instalaciones de los centros finlandeses y sí las de muchos centros españoles y en este punto, a buen seguro tenemos grandes diferencias para peor.
Me quedo con los políticos finlandeses cuando deciden no hacer guerra con las leyes educativas. Como decía una maestra de allí, nosotros no notamos los cambios legislativos. Igualito que aquí.
Por lo que parece, las variables que más influyen en su éxito educativo son dos. El tiempo que los padres pueden pasar con sus hijos los primeros años de vida y el grado de consenso en la población finlandesa sobre la importancia de tener un buen sistema educativo, concretada en el reconocimiento social del educador  y en el uso eficiente de los recursos públicos dedicados a la educación.
Por lo demás, quizás no sea un buen método compararnos con un país que tiene una población tan reducida y con unas costumbres tan diferentes.
Si pienso en las familias, en los alumnos y los docentes españoles, me siento optimista acerca de nuestra mejoría. Si pienso en nuestros responsables políticos, mi pesimismo va en aumento.