miércoles

Osado



Y él la hizo llorar.
Nadie se explicaba cómo lo había hecho, ni por qué, ni cuándo. Nadie creyó lo que estaban viendo. Ni ella misma.
Él la hizo llorar.
Como nadie lo había hecho antes. Tanto tiempo llorando se llevó que creyó que no era normal.
Él la hizo llorar.
Y al hacerlo se acordó de cuando era pequeña y lloraba así. Recordó que de adulta ya no había podido llorar como antes. Descubrió que algo había pasado.
Él la hizo llorar...de risa.
Y ella no pudo evitar enamorarse de él.
(Foto Agata)