Los prostíbulos, putiferios, lupanares, puticlubs o como quieran llamarlo han evolucionado tanto últimamente que hasta llegamos a pensar que los dueños son unos hombres muy solidarios que luchan por la igualdad de la mujer y están haciendo un gran favor por la causa feminista. Aducen que la prostitución es libre y sólo la ejerce quien quiere (por eso es mayoritariamente elegida por inmigrantes ilegales bajo el mando de las mafias). Que ellos sólo ponen la habitación y es el cliente y la prostituta los que acuerdan los términos de la transacción. Que así garantizan ¿seguridad e higiene? y en definitiva que se lo recomendarían a sus hijas si ellas quisieran desempeñar este "trabajo" libremente ¿verdad?
Triste país este en el que nadie reconoce ir de putas pero en el que se calcula que el negocio mueve anualmente unos 18 mil millones de euros.
En la foto la fachada de uno de los muchos club de alterne que crecen por las carreteras españolas.
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