miércoles

Entiendo a Lucía Etxeberría

Vaya por delante que jamás he leído nada de esta señora, ni ganas que tengo, vamos que no me siento atraído por su literatura. Sin embargo, no comprendo porqué tanta gente le tiene tanta inquina. La pobre señora sólo ha expresado una idea muy básica y que yo comparto, trabajar por amor al arte... pues que no. Si resulta que escribir un libro es una tarea muy ardua, y pienso que eso es totalmente cierto, y uno lo hace para ganarse la vida, si no va a ganar y no le compensa, mejor dedicarse a algo que sea más lucrativo, porque todos tenemos la mala costumbre de comer todos los días. Otra cosa es lo de las editoriales. Tiene mucha gracia que ahora que el lobo ha llegado a su casa se pongan con cara de víctimas y despotriquen contra la piratería. ¿Es que no han aprendido de lo ocurrido con la música? Llevan años intentado hacer un catálogo competitivo de libros electrónicos sin ponerse de acuerdo. Un usuario de libros electrónicos que deseara tener libros a buen precio y con buena calidad pues sencillamente no tenía una alternativa válida. Así que la gente se ha ido acostumbrando a piratear. Por eso, si ahora se quiere competir contra eso va a ser un poco complicado porque el público no ve la necesidad de pagar. Tuvieron mucho tiempo para potenciar las descargas legales de libros, de fidelizar a un cliente con una cultura media alta y perdieron su oportunidad. Ahora el tsunami ha llegado y no va a ser posible pararlo. Pero lo de Etxeberría es otra cosa, es el lamento lógico de alguien que ve como su forma de ganarse la vida desaparece. Yo, por ahora voy a continuar con el papel. Sentimental que es uno.

6 comentarios:

Enrique Cosme dijo...

No puede estar más de acuerdo. Lo que no es de recibo que un libro en formato electrónico cueste igual que el tradicional.
Y, evidentemente, a los autores hay que protegerlos. Sin ellos, no hay libros.

Nacho Rodríguez dijo...

Pues sí.

QQ dijo...

Querido Satie, pienso que hay una saturación en el mercado que sería sanínisima si no fuera por la extendida baja calidad de los textos que se publican. El tema de las macroeditoriales son de juzgado de guardia. Para éstas los libros no se escriben; se diseñan página a página mediante esquemas consumistas establecidos de éxito comercial asegurado en detrimento del arte. Yo a la señora Etxeberría le aconsejaría que intentara fichar por una editorial independiente (a ver si la quieren), esas de editores y clientes más cabales, más consecuentes y justos con el autor y que se conforme con lo que reciba con la conciencia un poco más tranquila. O que monte su propia editorial en la red para vender sus libros digitales a precios razonables, que tampoco hace falta ser un Einstein para montar una tienda virtual. Así se podrá dejar de preguntar de una vez por todas, y aprendido en sus propias carnes, cómo es que a ningún editor no le ha dado por bajar el precio de los e-libros un poco más. Pienso que se podría aprovechar para vender mucho en la red del nombre que le se ganó en su día con el Premio Planeta-CoñodelaBernarda... Verás qué bien le va!...
¡Ostras! ¡A ver si va a ser, que no puede seguir estos consejos que le doy, ya que tiene que finalizar el contrato de exclusividad con Satán! Eso no lo había pensado... ¡Que lástima tener que conformarse con los restos del festín, un 10% de las ventas, para ser más exactos.
Vamos, la cosa está también para aguantar a llorones... Los malos son los malos. Y ella a hecho un trato con un tío muy avaricioso.

Nacho Rodríguez dijo...

Sabias palabras don QQ

QQ dijo...

Gracias, Satie. Y tú eres estupendo. Perdona por esa "h" perdida que duele como una coz de burro en el mentón. Son cosas de la pasión.

Agata dijo...

QQ: perdona, la h perdida la tengo yo.Es que era muy mona...