lunes

La puñetera manía de querer llamar la atención



No es casual que una de las razones más poderosas que tenemos los humanos para hacer las cosas es llamar la atención de los demás. Se dice de los bebés, que son como esponjas, que necesitan de nuestra constante supervisión, que no tienen otra cosa que hacer que controlar nuestro comportamiento. Y eso, evolutivamente, tiene sentido. Así pueden aprender rápidamente y ser más eficaces en su propio medio.
Lo que no logro entender es el porqué de esta costumbre por el resto de nuestra vida. Hay gente que por llamar la atención es capaz de hacer las cosas más inverosímiles: fingir enfermedades, subir montañas, hacer el ridículo e incluso, poner en riesgo su vida. Debe tener algún sentido, aunque se me escapa y no consigo ver este mismo comportamiento en otros mamíferos. Como dice el anuncio, el ser humano es algo maravilloso, aunque yo añadiría maravillosamente desconcertante.
Foto de Etolane (Flickr)

7 comentarios:

Druid dijo...

Eso es que no has visto al perro que tenia un amigo mio... no satisfecho con las carantoñas que se le dedicaban, se dio cuenta de que un día, al tener cojera, se le prestaba más atención de la normal, así que la cojera aparecia casi a diario, cuando veia que el nivel de atención que se le prestaba a su persona canina bajaba.
La atención se puede llamar de muchas maneras, incluso, en ocasiones, tratando de conseguir exactamente lo contrario.

Apertas.

Alfonso Saborido dijo...

Yo para llamar la atención me hice un blog :)

CriS dijo...

Bueno... interesante tema. Está claro que todos llamamos la atención para conseguir cosas, lo hacemos en las relaciones, en la vida laboral... el marketing es una pura llamada de atención, los discursos políticos, los religiosos... todo trata de poner en nosotros y nosotros en los demás, algo que nos haga distintos y por eso seamos tenidos en cuenta..
Sin embargo y sobre lo que comentas.. bueno, creo que hay quienes para hacerse notar, para expresarse, para llegar al otro, sentirse exclusivos, admirados, etc... toman actitudes exageradas y desmedidas como las que comentas. Dicen que está muy relacionado con trastornos como el narcisismo, con el aprendizaje infantil...
Y no me enrollo mas, disculpa.

Saludos

Anónimo dijo...

una cuestión de autoestima...de inseguridad. Supongo que la persona que intenta ser vista por todos los medios,solo espera se reconocida aunque la mayoria de la veces producen el efecto contrario. Conozco a mas de uno habla fuerte, se ríe raro, se viste mas raro todavía...a veces es hombre es extraordina... riamente ridículo.

Anónimo dijo...

jeje, Muy agudo, Alfonso.

El arte requiere de la atención de la gente, por ejemplo... El artista normalmente es un ególatra exhibicionista, y se le premia por ello. Yo al menos veo injusto que las cosas buenas y de valor se pierdan olvidadas en un cajón, desván, etc... (premio a mis hijos eso de compartir los juguetes) No olvidemos que del arte se aprende. Somos seres sociales, necesitamos la aceptación del grupo... Pero claro, si nos estamos refiriendo tan sólo a las cosas que no nos gustan, o que transfieren valores que consideramos erróneos, a eso le solemos llamar hacer el ridículo, ya que vemos el esfuerzo utilizado infructuoso, falto de inteligencia.

Quizás solo se trate de querer hacer notar a los demás que somos una pieza funcionante en la gran maquinaria social; QUE EXISTIMOS... aunque en algunos casos, tristemente se presuma con orgullo de la falta de funcionalidad y se confunda existencia con egoísmo.

Agata dijo...

Lo mejor,vivir en comuna.

Nacho Rodríguez dijo...

Gracias a todos por vuestras agudas reflexiones, me habéis hecho ver aspectos del asunto en los que no había caído, de hecho debería cambiar el título y llamarlo: "La bendita manía de querer llamar la atención". Saludos.