domingo
Mi mamá me mima
Juan está en mi clase. Lo envidio, francamente. Siempre es invitado a todos los cumpleaños. Nunca está solo. Ni triste. Lleva su desayuno al colegio. Y juega sin problemas.
Pero no sólo envidio a Juan. También está Roberto, Pedro, Alvaro, Sara, Mónica...Todos son compañeros míos. Y yo... no puedo sentir como ellos. No puedo.
Sus madres siempre van a recogerlos. Les acarician el pelo mientras les dan un beso antes de entrar a clase. Les preparan el desayuno. Cuidan de ellos.
Yo me levanto una hora antes que lo hacen ellos.
Me ducho solo. Me preparo la ropa solo. Mi desayuno...y el de mi madre. La ayudo a levantarse de la cama. Le acaricio el cabello antes de despedirme para ir al cole. Cuido de ella...hasta que viene la cuidadora y yo me voy a clase.
Mi madre no es como las otras madres. Mi padre tampoco es como los otros padres. Gracias a él ella está inválida. La última paliza fue...brutal.
Gracias a mi padre ella y yo no seremos los mismos.
Cuando sea mayor quiero ser mago o héroe. Para que no haya en la calle monstruos como él.
QUE NO MATEN A MÁS A NINGUNA MADRE. TODAS TENEMOS DERECHO A SER FELICES.
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4 comentarios:
Pues sí. Que no maten a más mamás como la que cuentas en tu historía.
Y que acaben con todos los monstruos sueltos que someten a presión y castigos a madres inocentes capaz de sacar a unos hijos para adelante.
Y que denuncien. Yo tambíen quiero ser un super héroe para acabar con todos los marbados de este mundo para que reine la paz y el amor.
Un beso.. bonita historia la tuya.
Felicidades.
¡¡¡¡SOBRECOGEDOR!!!!
No sé ni qué decir, shoshi...
bueno, algo si: felicidades, supermami!
Hijos de. Sin lo que sigue al De. Porque hasta las putas como madre están olvidadas. Y esas, sí que sufren maltrato sin morir. Aunque también, mueren.
Muy fuerte el relato, triste, pero precioso dentro de su tristeza, qué pena de esas madres y qué pena de esos hijitos.
Besos.
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