jueves

Nicolai


Nicolai viajó desde Rumanía a España para trabajar aquí.Venía con su familia.Cuando llegaron,descubrieron que no tenían ni trabajo ni casa donde vivir.Su propio hermano lo había estafado.Durante tres meses intentaron sobrevivir.Ya no podían más,solicitaron ayuda para volver a su país.Sólo necesitaba 400 euros.No los consiguió,nadie le ayudó.Yo no lo ayudé.Desesperado se quemó a lo bonzo,delante de las cámaras,delante de su familia.Ya murió.Nicolai,lo siento.He visto como te quemaste,he visto tu desesperación.No he ayudado a evitar que ésto te pasara.Tú que tenías hijos como yo,que querías vivir parecido a mí,que eras europeo como yo,que eras una persona con derechos como yo.De nada me sirve escribir ésto con las lágrimas corriendo por mi cara.Ya no puedo hacer nada por ti.Sólo decir desde aquí que lo siento.Siento todo el cúmulo de desgracias que te llevaron a hacer lo que hiciste.Y siento formar parte de ellas.Nicolai Mirita.Tu nombre ahora estará en mi mente cada vez que yo me queje de algo,tu nombre y tus últimas imágenes.

7 comentarios:

Manuel dijo...

Es terrible... los valores han cambiado, antes el ser humano estaba apegado a la tierra y en su entorno social se apoyaba para sobrevivir... sin embargo ahora el ser humano es libre pero se encuentra más sólo que nunca... en un mundo donde existe una nueva forma de canibalismo, muy sutil, un canibalismo social llamado competitividad... Ni siquiera dios puede ayudarnos...

carlota dijo...

Hola Ágata,
Fue una noticia aterradora y ante la que te sientes impotente y nada solidaria y egoísta... Y que nos recuerda lo solos que estamos muchas veces (aunque rodeados de gente), lo poco que nos escuchamos y lo poco que cultivamos (a veces) los sentimientos más necesarios.
Me uno a tu dolor, aunque desgraciadamente no podamos hacer ya nada.

Zanzara dijo...

Además de todo lo que ya se ha dicho aquí y con lo que estoy totalmente de acuerdo, algo que no puedo entender es cómo los periodistas o reporteros pudieron continuar grabando, cómo no fueron capaces de soltar las cámaras y ayudarlo,... ¿Se puede tener la sangre tan helada? ¿Hemos perdido la capacidad de sentir hasta tal punto que es posible continuar grabando la muerte de un ser humano? ¿O acaso tenemos la necesidad de alimentar el morbo humano con la desesperación ajena? En cualquier caso, sigo sin entender y lo peor es que no creo quenadie me lo pudiera explicar...

Andrea Martínez Maugard dijo...

Sabes que una historia similar ocurrió aquí en Chile, con un hombre cesante y desesperado que frente a la mismísima Casa de Moneda (Gobierno) se quemó a lo bonzo ante la mirada de todos, que no supimos su historia hasta el hecho funesto. Un grupo musical llamado "Los Bunkers" le dedicó una canción llamada "Miño", el cual era su apellido. Y estos hechos siguen ocurriendo, en diferentes lugares pero con similares historias. Es una tristeza.

Anónimo dijo...

Yo todavía no he sido capaz de verlo...aunque creo que a veces imaginarlo es mucho peor...
Lo que no me puedo ni imaginar es lo que le llevó a hacer eso...dejar a su familia de esa manera, no sé...soy incapaz de imaginar que el sufrimiento humano pueda ser capaz de mortificar así a una persona...
Pero, la vida sigue y hay que continuar en ella...

Alfonso Saborido dijo...

Una de estas noticias, que te dejan el cuerpo y la mente fatal, me recordó a otra imagen que la tengo grabada desde pequeño y no consigo olvidarla, aquella niña huyendo de la bomba de napalm toda quemada en la guerra de vietnam... qué cosas pasan , por Dios.

CriS dijo...

Yo tampoco llegué a ver las imágenes pero cosas como estas me devuelven a la realidad. Mientras unos nos preocupamos por si nos ha salido un granito en la cara, que si el bolso no pega con los zapatos o se nos ha hecho una arruga en la falda, otros están desesperados hasta el punto de llegar a cosas como estas. Qué injusto y qué tremendo.